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lunes, 17 de agosto de 2009

Las brujas


texto: Roald Dahl
ilustraciones: Quentin Blake

LIBRO ILUSTRADO

Primera edición: 2006
Alfaguara Infantil
Biblioteca Roald Dahl


En los cuentos de hadas, las brujas llevan siempre unos sombreros negros ridículos y capas negras, y van montadas en el palo de una escoba. Pero éste no es un cuento de hadas. Éste trata de brujas de verdad.


Primera impresión
Una de las imágenes más aterradoras que recuerdo de cuando era niña viene de Las brujas de Roald Dahl. Si bien ya es suficiente que el narrador nos diga que una bruja puede ser cualquier mujer del mundo y que éstas detestan a los niños, las maneras en que en el libro se describe cómo se deshacen de ellos resulta terrible: una niña se esfuma de la faz de la tierra, todo el pueblo la busca hasta que un día alguien la ve en su propia casa. Está atrapada en un cuadro de su padre, donde pasa toda su vida, inmóvil, hasta que un día desaparece.

Las ilustraciones, como Quentin Blake acostumbra, son a tinta, pero tienen un toque como de carboncillo para sombras y volumen que, puestos en el lugar preciso, dotan las escenas de mucha vida. Completan las imágenes tan bien generadas ya por Dahl, además de que incluyen toques de humor que, dada la brutalidad a veces de la historia, hacen más leve el golpe (no que el propio autor no sea también bastante irónico).

Reseña
Las brujas usan ropa normal, parecen mujeres normales, pero están determinadas a deshacerse de todos los niños del mundo. Luke sabe esto porque su abuela es una experta en brujas. Se dedicó durante toda su vida a investigarlas, pero nunca dio con la Gran Bruja. La muerte inesperada de los padres de Luke, la enfermedad de la abuela y un pésimo tino los hará encontrarse con ella en una aventura que empieza en Noruega y se desarrolla en un hotel del lujo en Inglaterra. Hay ratones, gatos y un director de hotel roñoso, además de muchas muchas brujas de verdad y Luke, el niño más valiente que hayas conocido.

lunes, 8 de junio de 2009

Perdido y encontrado

Oliver Jeffers
LIBRO ÁLBUM

Primera edición: 2005
Fondo de Cultura Económica
Los Especiales de A la Orilla del Viento

Éste era un niño que un día se encontró un pingüino en la puerta de su casa. No tenía idea de dónde había salido ni por qué lo seguía a todas partes. El pingüino se veía triste. ¿Se habría perdido?”

Primera impresión
Mi suegra a veces compra libros ilustrados. Un día antes de comer me encontré con Perdido y encontrado sobre la mesa y lo empecé a leer. No conocía a Oliver Jeffers y tenía entre mis manos el primer libro donde aparece este personaje sin nombre y además donde conoce a su amigo el pingüino. Tan pronto terminé de comer, corrí a comprarme un ejemplar y desde entonces soy gran fan de este artista.

Los personajes de Jeffers son muy sencillos, y tiene un estilo muy característico y entrañable. Utiliza acuarelas y lápiz, juega con las manchas para construir sombras, volumen en el agua o en los árboles. Sus ilustraciones son de una gran plasticidad y las expresiones de los personajes y simpleza de escenarios, memorables.

Reseña
Un pequeño niño se encuentra un día a un pingüino en su puerta. Asume que está perdido y hace todo lo posible por ayudarlo a regresar. Pero quizá no se trata de un pingüino perdido, sino de un nuevo amigo.

Opinión
Un libro sobre la amistad interespecie, lleno de ternura, humor y sencillez. Un clásico entre los niños y amantes del libro álbum; un personaje que persiste en la memoria e ilustraciones que uno puede contemplar por un buen rato.

domingo, 24 de mayo de 2009

Tantos animalitos muertos


texto: Ulf Nilsson
ilustraciones: Eva Eriksson
LIBRO ILUSTRADO

Primera edición: 2008
Ediciones Castillo


Un día, estábamos aburridos. No había nada que hacer y queríamos divertirnos.
Entonces Ester encontró un abejorro muerto.
—Mira, aquí tengo algo —dijo emocionada—. ¡Algo triste y trágico!

Primera impresión

Un día fui a ver a Karen Coeman a Castillo. No conocía bien la colección de libros para niños de la editorial y me empezó a mostrar varios, para diferentes edades y con distintos estilos de ilustración. Cuando sacó Tantos animalitos muertos hizo una pausa y me empezó a contar la historia que descansaba dentro de sus páginas, mientras ella misma pasaba las hojas para que pudiera ver los dibujos. Fue como estar otra vez ante una cuentacuentos (mi maestra en preescolar, mi mamá, mi abuela) que desde hace tanto tiempo no tenía.

En las ilustraciones se nota el trazo a lápiz, suave y expresivo, que está en todos los personajes y en ciertos elementos del escenario del fondo, pero no en todos; coloreadas con acuarela, algunas plantas están de hecho pintadas con un toque impresionista. La paleta de color es muy armónica. Los personajes teatrales y reflejan con exactitud lo que sienten mientras actúan.

Reseña
Aburridos en un día de verano, Ester encuentra el primer animalito muerto, un abejorro. Se lo muestra al protagonista quien reacciona con asco y espanto; le tiene miedo casi todo, sobre todo a la muerte. Juntos entierran al abejorro. Ester hace el trabajo, el protagonista es bueno para escribir, así que se ofrece a ser el encargado de escribir los poemas póstumos. Pronto se les une el hermanito de Ester, Pepe, quien es el plañidero de su nueva empresa: una funeraria para animalitos muertos.

Opinión
El tema de la muerte es fascinante y puede ser abordado de maneras diversas. En Tantos animalitos muertos se muestran distintas reacciones hacia la muerte: Pepe pregunta y pregunta, teme y conoce; Ester, valiente al inicio, se deja conmover por los poemas del protagonista. En torno a todo el pragmatismo que es llevar una funeraria, no hay insensibilidad hacia la muerte, sino se le mira directo a los ojos.

sábado, 23 de mayo de 2009

El sendero de los gatos apachurrados


texto: Alfonso Orejel
ilustraciones: Triveroquio (Anabel Prado y Jorge Mendoza)
LIBRO ILUSTRADO

Primera edición: 2008
Cidcli
Colección Delta 3




Miaaaaaauuuu fue la última palabra que lanzó Mino, mi gato favorito, antes de morir aplastado por las llantas de un auto desconocido.


Primera impresión
Anabel, en una cena en su casa, aprovechó para mostrarme unas ilustraciones en las que estaba trabajando. Sacó una cajita de zapatos y la destapó: dentro había un singular señor que se quitaba el sombrero (un mago o un presentador de circo) y dejaba ver un conejito blanco sobre su cabeza. Se trataba de su primer libro ilustrado para niños. Además, no lo hacía sola, sino en equipo con Jorge Mendoza alias Pixilon (Triveroquio), quien se encargó de crear los personajes y la escenografía de estos actores a los que Anabel daría vida modelándolos con plastilinas de colores. Pero esa impresión se reformuló cuando unos meses después, felizmente me encontré la publicación en la librería y me hice de ella.

Las ilustraciones están hechas con plastilina de colores, y los escenarios con acrílicos (¿o gouache?), que además muestran una perspectiva muy dinámica. Algunos personajes tienen facciones de gatos (pero no todos, sólo los niños) y son muy expresivos. El resultado son imágenes impresionantes en propuesta y manufactura, sobre todo por los detalles más pequeñitos, como las sombras y luces, algunas líneas de contorno delgaditas, texturas de pelo y hasta pedacitos de hilo y mecate para representar pelo y bigote.

Reseña
Mino, el gato del protagonista, es atropellado —al parecer por accidente— en la primera página de un libro. Su dueño, desconsolado, está en proceso de duelo cuando más gatos comienzan a morir. ¿Será sólo una coincidencia o habrá un misterio por develar? Una novela policíaca para lectores jóvenes, llena de humor negro y algunas imágenes un tanto grotescas que develan una verdad que nadie se esperaría.

Opinión
Algunos detalles del diseño y el papel utilizado me recuerdan más a una revista que a un libro, y eso no me pareció del todo atinado. Con todo, se trata de un libro muy original, tanto por lo que se arriesga al ofrecer una historia así a un público infantil, como por el tipo de ilustraciones, desarrolladas con un recurso tan poco explotado en México. Vale mucho la pena leerlo y tenerlo.

martes, 19 de mayo de 2009

Cuatro libros de animales


texto e ilustraciones: Satoshi Kitamura
LIBRO ÁLBUM

Primera edición: 1998
Segunda reimpresión: 2007
Fondo de Cultura Económica
Colección Los Especiales de A la Orilla del Viento


Gato tiene sueño
Perro tiene sed
Pato está sucio
Ardilla tiene hambre



Primera impresión

Una imagen donde aparecía una ventana. Gato se asomaba para encontrarse con una hilera de gatos dormidos sobre una barda: “Allá afuera no hay lugar”. Los personajes, los colores y la simpleza del texto me hizo correr a investigar quién era Satoshi Kitamura, y a hacerme de estos cuatro libros que los niños de menos de tres años no pueden soltar. El texto y las imágenes son de lo más sencillas; muestran acciones lineales, por eso son ideales para niños muy pequeños, y que alguien se los lea una vez, después, para sorpresa de los papás y maestros, el lector en ciernes querrá y podrá leerlo él.

Las ilustraciones están hechas con líneas de contorno y colores puros, lo más probable es que de tintas o acuarelas. La composición precisa, apunta la mirada siempre al protagonista de cada relato. Los animales son sumamente expresivos y todos tienen una meta en el libro: comer, dormir, lavarse, beber.

Reseña
Gato, muerto de sueño, busca su huequito perfecto para dormir, pero parece que todo está en su contra para conseguirlo.
Ardilla tiene hambre, se encuentra una nuez pero no dónde guardarla, ¿será la guarida de Topo, el nido de Pájaro o debajo de la roca el lugar indicado?
Pato vive un día con problemas climáticos y termina batido en lodo y hojas secas; jamás pensó que un simple paseo terminaría así.
Perro está en busca de un poco de agua para abrevar su sed. Escala, se aventura, se agacha, pero parece que todo está en su contra, hasta que encuentra su solución como por arte de magia.

Opinión
Una narración tiene como componente principal un conflicto que resolver. Quién diría que en un texto tan breve el autor consiga ponernos directo en el conflicto de la situación. Al final, todo se resuelve, y cada animal consigue su cometido. Chin, ya conté el final, pero en estos libros no importa tanto, sino el ritmo de las imágenes, los reveses para conseguir el cometido y, sí, esa meta anhelada que deja a cualquiera tranquilo.

jueves, 2 de abril de 2009

Tener un patito es útil

texto e ilustraciones de Isol
LIBRO PLEGABLE

Primera edición: 2007
Fondo de Cultura Económica
Colección Los Especiales de A la Orilla del Viento


Me econtré un patito
y lo agarré...

Primera impresión
Isol fue un gran descubrimiento cuando me reencontré con los libros para niños. Esa simpleza de las cosas que recuerda tanto a Cortázar, que entraña un punto de vista diferente y necesario, y que consigue dialogar tanto con niños como adultos está presente en todos los libros de Isol, incluso en aquellos de los que sólo es ilustradora. Así empecé a ir más seguido a las librerías, y ahora, gracias a ella, casi directo corro a la sección de literatura infantil.

Las ilustraciones son a dos tintas. El formato es lo que más llama la atención. Su sencillez permite jugar con un paralelismo transparente, y la composición idéntica da pie a la prosopopeya conseguida en la segunda lectura.

Reseña
Si bien entraña una suerte de sorpresa al darle la vuelta, los libros de Isol por lo general más bien tienen una revelación que se muestra con dulzura y originalidad; una mirada infantil, desde los ojos de un niño, dirían algunos, pero quizá sólo sea esa otra mirada, fresca, espontánea y sugerente que muchas veces se pasa por alto y que en general sobrevive en lo que tiene significado intrínseco y profundo para algunos y que la mayoría no reconoce. Así un patito puede ser tan importante como un nene, y cada uno tener una visión del mundo de acuerdo con Isol. Pero vale la pena que nos lo recuerde siempre de manera tan sencilla.