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domingo, 29 de mayo de 2011

Lo que hay antes de que haya algo

Liniers
Libro álbum plegable
Primera edición: 2007



Cada noche pasa lo mismo. Desde la puerta su papá le dice: Hasta mañana. Desde la puerta su mamá le dice: Que sueñes cosas lindas. Y apagan la luz. En ese momento pasa algo increíble... Donde había un techo ahora no hay nada... Veía el techo con sus propios ojos. Ahora sólo ve un espacio negro... Negro e infinito.


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Bogotá, taller de Scafati, la increíble librería Casa Tomada, un café que amarra como pocas cosas que he tomado, y entonces lo vi, ahí pequeñito e inocente. Lo tomé entre mis manos, no quise abrirlo, no quise verlo. Me da miedo la oscuridad. Aun cuando Ana Laura, dueña de la librería, me dijo: “¡Qué buen libro es, ¿verdad?” me resistí a leerlo. Ya de vuelta en México, sola en mi casa, lo abrí de noche. Lo confirmé, la oscuridad es aterradora.

*
Las ilustraciones de Liniers son sencilllas. Retoma el estilo que encontramos en sus fantásticas tiras. El ritmo de lectura y el juego imagen-texto funcionan a la perfección. Simples y pausados, los dibujos adentran al lector en esa infinita oscuridad, donde el color va desapareciendo, el silencio se vuelve latente y casi insoportable, y la presencia de la nada sorprende con su suave y terrorífico susurro... La caligrafía de Liniers sin duda resulta parte fundamental de cada ilustración.

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Un niño se va a dormir y, tan pronto se reencuentra con la oscuridad de cada noche, sabe lo que está a punto de ocurrir.
El protagonista nunca abre la boca, al contrario de los ojos que más bien no consigue cerrar. En cambio, ningún lector podría negar que casi se escucha el latido de su corazón, su respiración agitada pero contenida, o notar la parálisis en la que se encuentra inmerso para pestañear o salir corriendo.
De donde estaba el techo, llega volando el primer personaje y se posa frente a él en su cama; no dice nada. Se miran mutuamente en silencio, y así van llegando más seres de la noche. Hace entrada el último, el peor, el que no tiene forma pero sí voz: “Yo soy lo que hay antes de que haya algo”.

Buenas noches.

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El Morbito, n. 1, la oscuridad

lunes, 26 de octubre de 2009

La caricia de la mariposa


Christian Voltz
LIBRO ÁLBUM

Primera edición: 2005
Segunda edición: 2008
Kalandraka

—Dime, abuelo, ¿dónde está la abuela?
—Bueno, hijo, verás... Unos dicen que está bajo tierra, con los gusanos y las lombrices... ¡Ya ves! Con el miedo que le daban a ella los bichos... Otros piensan que está allí arriba. Volando entre las nubes. ¡Con sus ochenta y cinco kilos! Pero yo sé... ¡que no está tan lejos!

Primera impresión
En un mar de libros, como suelen ser las ferias del libro, encontré una mesa donde todos los libros de Kalandraka costaban sólo cincuenta pesos: el paraíso. Había echado un vistazo antes a las ilustraciones de Voltz, pero no había leído con detenimiento ninguno de sus libros. Compré varios en esa ocasión, pero mi favorito sin dudas fue éste: La caricia de la mariposa. El tema de la vida y la muerte me encantan y es a través del discurso de la ilustración que uno puede disfrutar de su melodía de manera profunda, en un acorde doblemente poético.

Las ilustraciones de Voltz son collages tridimensionales. Utiliza pedacería de telas, de alambres, madera y hasta ciertos elementos orgánicos, como tierra, semillas y más. Construye a sus personajes de manera muy original con objetos reales y sus escenarios eminentemente teatrales tienen sin embargo un toque sensorial, muy táctil, que dan ganas de oler y tocar.

Reseña
Un niño y su abuelo comienzan el día y se disponen a trabajar la tierra. Una mariposa revolotea cerca de ellos. Mientras le explica cómo sembrar, el abuelo rememora a la abuela que ha muerto y le explica cómo sigue sintiéndola cerca, cómo en realidad no se ha ido lejos.

Opinión
Mientras que el abuelo y el niño están hechos con alambre, madera y restos de ropa, la abuela aparece dibujada a línea azul, siempre acompañada de una mariposa. El discurso visual es emotivo y eficaz. Gran libro álbum que enfatiza la necesidad mutua entre el texto y la imagen, a la vez que muestra la convivencia natural e inevitable entre la naturaleza (tierra y semillas) y el hombre (arado y riego), entre los animales (insectos, mariposas) y el humano (familia y tradiciones). Historia que devela ese lazo inquebrantable al fin entre los vivos y los muertos.

martes, 14 de julio de 2009

Emigrantes


Shaun Tan

Primera edición: 2007
Barbara Fiore











Primera impresión

Hace un año tomé un curso de fomento a la lectura en niños. Había sobre todo maestras y editoras; ilustradores y autores casi no. El expositor utilizó alrededor de una hora y media de las cinco totales para que leyéramos algo que no nos dio para leer a casa pues, seamos honestos, no lo íbamos a leer. Y claro está, cómo alguien que va a un curso de fomento a la lectura va a ser un lector responsable. Entre las actividades propuestas nos repartió varios libros para que los analizáramos y dijéramos al final si era o no para niños y por qué. Una señora al final del salón levantó la mano, mostró una ilustración de Emigrantes (donde se presenta por primera vez la ciudad nueva y unas esculturas gigantes que evocan la Estatua de la Libertad) y aseguró que se trataba de un libro de terror, que se sentía muy asustada y que dudaría antes de dárselo a sus alumnos. Por fin le di la razón al expositor: no se podía confiar en que los ahí presentes leyeran.

Las ilustraciones están hechas con grafito y lápices de color. El libro en general es monocromático y evoca el desgaste de fotografías viejas o de escenas que sólo pudieron haber ocurrido cuando las cosas aún no eran a color.

Reseña
Un hombre joven decide embarcarse a otro país-continente para buscar mejor suerte. Debe dejar a su familia y encontrarse con un lugar donde todo es diferente. Narrado sólo con imágenes, el libro evoca la sensación de estar en un lugar desconocido y ese proceso de extrañamiento y gradual apropiación.

Opinión
Quizá con la globalización y las comunicaciones a todo lo que dan, resulte un tanto difícil imaginar lo que es llegar a un lugar totalmente extraño. Para que el lector se sintiera también extranjero, Shaun Tan no sólo leyó todos los libros de emigrantes que encontró, sino que generó un espacio, un idioma y un lugar imaginario donde cualquiera se siente atrapado en sí mismo, sin poder darse a entender con nadie y sorprendido de cada cosa nueva que aparece. Además, en tanto muchas de las imágenes se presentan como secuencias, el lector termina por convertirse en un espectador de cine mudo que Shaun Tan proyecta con maestría en este libro clásico que, si bien genera sentimientos de miedo y angustia, vale la pena leerlos y sentirlos.

domingo, 31 de mayo de 2009

Ríbit


Juan Gedovius
LIBRO ÁLBUM

Primera edición: 2005
Ediciones SM
Colección Giraluna










Primera impresión
Ríbit fue de los primeros libros para niños que leí, fue de mis reencuentros con los libros ilustrados, reformulados, nuevos, diferentes de cuando yo era chica. Estaba como becaria trabajando en SM y el bibliotecario, que iba todos los días a la librería que tiene la editorial, me compraba los libros con un descuento de 50%. Me gasté en esa época casi todo mi sueldo en libros para niños y, entre los que más me impresionaron, estaba y sigue estando Ríbit.

Tanto fue así que una navidad se lo regalé a mi hermanito Patricio, que entonces tenía unos 2 años. Él aún no leía y me pareció ideal este libro sin letras. Lo pasé una vez con él, narrándoselo tal como yo lo veía. Me pidió que se lo contara otra vez, y después lo leyó solo hasta ofrecer leérselo a su mamá. Recuerdo que me daba ternura que, como Patricio todavía no podía pronunciar bien la r, al referirse al libro decía: “Es Dríbit, una dranita droja”. No sé si Gedovius habrá pensado en este juego fonético, que lo convierte al final en una especie de libro oral.

El predominio del blanco dota de limpieza las ilustraciones y enfatiza la presencia del protagonista y resto de actores con los que éste se va encontrando. Los colores marcan la identidad de cada personaje y, gracias a las imágenes y su posición sobre ese fondo blanco, la historia se teje y el ritmo de cada página cobra sonoridad. Gedovius trabaja con tintas y es de una pulcritud notable; sus personajes, sobre todo los animales (a mi gusto) tienen una estilización bien lograda y resultan muy simpáticos.

Reseña
Una ranita roja con una paleta (también roja) pegada a la pata se topa con una señora dorada. Comienza así, a partir de ese primer encuentro, un juego de trueques, personajes y colores que llevará Ríbit a lo que más desea... la noche, que le lean un cuento o que hayas leído una historia sin palabras aparentes.

Opinión
Un libro como Ríbit refuerza la idea de que el acto de lectura no depende únicamente de la palabra escrita, y dota al libro de un poder encerrado en sus páginas que un niño de 2 años puede comprender y hasta fomentar la lectura en los demás. De esta manera, una historia bien contada genera una conexión con uno a cualquier edad.

jueves, 7 de mayo de 2009

La fuga


Pascal Blanchet
NOVELA GRÁFICA

Primera edición en español: 2007
Barbara Fiore Editora









Primera impresión
Sentada en las oficinas de Colofón, empecé a pasar las hojas de La fuga. El ritmo de las imágenes es capaz de hacerse escuchar: un hombre mayor se sienta frente a su piano a recordar. El arte y la vida van de la mano; el primero le provoca evocar el pasado, la otra transcurre como una canción.

Las ilustraciones son digitales, y la paleta consta de cafés y de rojo para enfatizar. Las imágenes conforman secuencias y a veces acentos. Hay una predominancia del lenguaje cinematográfico. Me encanta que en los acercamientos se notan detalles muy finos, como las líneas de contorno de rostro y manos, y la expresión facial del personaje. También se recurre en algunas páginas al collage, donde elementos incluidos están cargados de sentido: una cartilla militar, una discografía, una portada de un disco.

Reseña
En la ciudad, un hombre viejo llega a su casa, se sienta en el piano y recuerda. Así transcurre lo que dura su melodía un episodio distinto de su vida cada vez. La música es su ventana al pasado, pero se trata más de un vínculo consigo mismo que había olvidado. La fuga se convierte en un viaje interior.

Opinión
Con estos libros, a veces parecería que todo lo que habla de la vida, habla de la muerte, o que a una persona mayor sólo le pueden venir a la mente lo que quedó en el pasado. Pero con este personaje, la trabazón se debe a la anulación del contacto con el piano, como si se hubiera quedado sin voz. Por eso resulta tan representativo que no tenga texto, de ahí que el mismo autor lo defina como una novela gráfica. Así, con sólo imágenes, el libro se vuelve universal: accesible no importa la lengua que uno hable ni la edad que uno tenga. La vida y la muerte son cosa de todos.