lunes, 26 de octubre de 2009

La caricia de la mariposa


Christian Voltz
LIBRO ÁLBUM

Primera edición: 2005
Segunda edición: 2008
Kalandraka

—Dime, abuelo, ¿dónde está la abuela?
—Bueno, hijo, verás... Unos dicen que está bajo tierra, con los gusanos y las lombrices... ¡Ya ves! Con el miedo que le daban a ella los bichos... Otros piensan que está allí arriba. Volando entre las nubes. ¡Con sus ochenta y cinco kilos! Pero yo sé... ¡que no está tan lejos!

Primera impresión
En un mar de libros, como suelen ser las ferias del libro, encontré una mesa donde todos los libros de Kalandraka costaban sólo cincuenta pesos: el paraíso. Había echado un vistazo antes a las ilustraciones de Voltz, pero no había leído con detenimiento ninguno de sus libros. Compré varios en esa ocasión, pero mi favorito sin dudas fue éste: La caricia de la mariposa. El tema de la vida y la muerte me encantan y es a través del discurso de la ilustración que uno puede disfrutar de su melodía de manera profunda, en un acorde doblemente poético.

Las ilustraciones de Voltz son collages tridimensionales. Utiliza pedacería de telas, de alambres, madera y hasta ciertos elementos orgánicos, como tierra, semillas y más. Construye a sus personajes de manera muy original con objetos reales y sus escenarios eminentemente teatrales tienen sin embargo un toque sensorial, muy táctil, que dan ganas de oler y tocar.

Reseña
Un niño y su abuelo comienzan el día y se disponen a trabajar la tierra. Una mariposa revolotea cerca de ellos. Mientras le explica cómo sembrar, el abuelo rememora a la abuela que ha muerto y le explica cómo sigue sintiéndola cerca, cómo en realidad no se ha ido lejos.

Opinión
Mientras que el abuelo y el niño están hechos con alambre, madera y restos de ropa, la abuela aparece dibujada a línea azul, siempre acompañada de una mariposa. El discurso visual es emotivo y eficaz. Gran libro álbum que enfatiza la necesidad mutua entre el texto y la imagen, a la vez que muestra la convivencia natural e inevitable entre la naturaleza (tierra y semillas) y el hombre (arado y riego), entre los animales (insectos, mariposas) y el humano (familia y tradiciones). Historia que devela ese lazo inquebrantable al fin entre los vivos y los muertos.

martes, 20 de octubre de 2009

El curioso incidente del perro a media noche


Mark Haddon
Traducción de Patricia Antón de Vez
20ª edición: 2008
Salamandra


Pasaban 7 minutos de la medianoche. El perro estaba tumbado en la hierba, en medio del jardín de la casa de la señora Shears. Tenía los ojos cerrados. Parecía estar corriendo echado, como corren los perros cuando, en sueños, creen que persiguen un gato. Pero el perro no estaba corriendo o dormido. El perro estaba muerto.


Primera impresión
Decían “léelo”, decían que era un libro que casi de una sentada iba a leer, decían que lo comprara, me hablaban de él, decían que era memorable y me volvían a decir “léelo”. Un día una amiga publicó un video narrado por una niña acerca de su hermanito autista (“Mon petit frère de la lune”) y otros amigos comenzaron a comentar, hasta llegar a El curioso incidente del perro a media noche. Pero fue hasta este cumpleaños que Rox me lo regaló y hasta esta semana que casi literalmente de una sentada lo leí. Y como toda gran historia, hoy que terminé de leerlo, siento ese gran vacío que se genera cuando los personajes se vuelven parte de ti, cuando sientes que los conoces, y cuando te das cuenta de que la historia acabó y sientes que los vas a extrañar; desde la entraña lo sientes.

Ilustraciones
Aunque es una novela, El curioso incidente del perro a media noche tiene algunos dibujos, juega con la tipografía y se apoya en recursos gráficos que consiguen que uno como lector se meta de lleno en la historia y sienta y comprenda lo que Christopher, adolescente autista, percibe y siente.

Reseña
Christopher descubre muerto a Wellington, el perro de su vecina, la señora Shears. Le gustan los perros porque son leales y más inteligentes que muchas personas que conoce. Le duele que lo hayan matado y está dispuesto a descubrir al asesino. Fanático de Sir Arthur Conan Doyle, de las historias de Sherlock Holmes, del Perro de los Baskerville. Christopher comienza a y a hacer de detective y a escribir una novela policíaca (que de hecho tenemos en las manos), gracias a la cual nos damos cuenta de su vida, de su manera de razonar, de sus miedos, gustos y recuerdos, y develamos un misterio de la mano de este gran y original narrador.

Opinión
Este libro sin duda alguna se ha convertido en uno de mis favoritos. Apela por más de una vía al lector. Los dibujos que presenta para que uno consiga entender realmente de lo que está hablando el narrador, que aseguran que su mensaje sea unívoco y objetivo, y a la vez su conciencia franca de que el lenguaje está plagado de metáforas, de símiles y de mentiras; la serie de problemas matemáticos que cita y que lo fuerza a uno a sentarse detenidamente a seguirlos hasta comprenderlos o desechar la capacidad misma de entender otros; la responsabilidad emocional que a veces parece reducirse a la del lector, porque Christopher narra y describe, pero se confiesa incapaz de atar ciertos cabos, leer el lenguaje corporal (“la gente habla mucho sin utilizar ninguna palabra”), de expresar sus sentimientos como su padre o Siobhan (su maestra)... En fin, el punto de vista del narrador en apariencia sesgado recuerda que nunca es demasiada sensibilidad, que sólo se trata de conocer al otro y en esa medida ser pacientes para poder entenderlo y amarlo. Y está claro, no es tarea fácil.

miércoles, 14 de octubre de 2009

Camino a casa


texto: Jairo Buitrago
ilustraciones: Rafael Yockteng
LIBRO ÁLBUM

Primera edición: 2008
Fondo de Cultura Económica
Los Especiales A la Orilla del Viento
Libro ganador del XI Concurso de Álbum Ilustrado


“Acompáñame de vuelta a casa
para tener con quien hablar y no dormirme en el camino.
El largo camino que me aleja de la ciudad.”


Primera impresión
Cada que hay publicaciones en la librería del FCE me entusiasmo y me pongo a leerlos. La verdad es que ese entusiasmo no siempre dura, pero en otras ocasiones crece. Un año después de haberse tenido que publicar, salió por fin Camino a casa. Y ha sido de esos libros que, de pie en la librería, de pronto las piernas se me vencen y me contengo para no ponerme a llorar. Es decir, es de esos libros bien escritos, ilustrados y que te conmueven sinceramente.

Ilustraciones
Líneas, líneas, color, mucho color. Escenarios completos, dos personajes, una voz leve grandes ilustraciones, un tono dulce y auténtico. Una niña, un león. Una ciudad. La ilustración y el texto se complementan tan bien que es difícil distinguirlos, imposible separarlos, injusto juzgar o leer uno sin el otro.

Reseña
Una niña invita a un león a acompañarla en su difícil trayecto de vuelta a casa. No pasa todos los días: una niña y un león. Pero para ellos dos parece de lo más natural.

Opinión
Cuántos libros álbum que existen y qué afortunada encontrar éste donde el texto y la imagen tal cual se necesitan el uno al otro, dialogan y se complementan. La narradora le habla de tú al león, la imagen en cambio muestra la situación que nadie más comparte. La relación entrañable se vuelve alegoría. Un león. Una figura imponente y también necesaria. Una vida compartida, interrumpida. Y, como todos los buenos libros, las relecturas inevitables.

Corazón de tinta



Cornelia Funke
LIBRO ILUSTRADO

Primera edición: 2008
Fondo de Cultura Económica/Ediciones Siruela
Traducción: Rosa Pilar Blanco

“Aquella noche llovía. Era una lluvia fina, murmuradora. Incluso años y años después, a Meggie le bastaba cerrar los ojos para oír sus dedos diminutos tamborileando contra el cristal. En algún lugar de la oscuridad ladraba un perro y Meggie no podía conciliar el sueño, por más vueltas que diera en la cama”


Primera impresión
Estaba por llegar a ver a mi abuela cuando en el radio comenzó a hablar Miriam Martínez, que aún trabajaba en el Fondo, invitada a cualquier programa que en ese momento escuchaba en el coche. Estaba ahí para presentar una trilogía de Cornelia Funke, cuyo primer libro era justamente éste: Corazón de tinta. Apenas hablar un poco de la historia, de los personajes y dar su opinión, me dieron muchas ganas de leer el libro. Llegué a mi destino pero seguí escuchando un momento más, anoté el nombre en un papel que tenía a la mano, y en cuanto pude lo compré. Recuerdo que lo leí un mes de diciembre porque me lo llevé a unas vacaciones de año nuevo. Fue quizá hace un año.

Ilustraciones
Lo que también me dejó prendada de este libro (conocido de oídas) fue que la autora no sólo escribía sino también ilustraba sus libros. Con más texto que ilustraciones, sus viñetas vienen a cerrar los capítulos, si bien llega un punto en que los dibujos se repiten... Tinta negra, línea, estilo como si fueran capitulares o detalles que envuelven la situación del capítulo.

Reseña
Meggie no lo sabe, pero su padre es nada menos que Lengua de Brujo, gran lector en voz alta que es capaz de traer al mundo real a los personajes cuyas historias narra. Pero este don tiene también un precio, y esta historia guarda un misterio. La madre de Meggie ha desaparecido, un visitante se presenta en plena noche y, una vez más, Meggie y Mortimer —su padre— deben dejar su casa atrás. Pero esta vez Meggie por fin encontrará respuestas.

Opinión
Corazón de tinta no sólo es entrañable por la historia que cuenta sino porque de cierta forma está construido sobre la base de los libros que inspiraron a la autora a escribir historias. De tal manera que no cuenta sólo una historia, sino cualquier buena historia, subyacente como está en el fondo de la anécdota, una cita abre cada capítulo y nos coloca en tono y en escena de lo que pudo haber ocurrido en otros libros, en todos los libros y que ocurre en este libro. Corazón de tinta es, entre otras cosas, una oda a la intertextualidad: genera tantas lecturas como necesarias fueron para construir esta memorable historia.

Selma


Jutta Bauer
LIBRO ÁLBUM

Primera edición: 2009
Fondo de Cultura Económica
Colección Los Especiales A la Orilla del Viento

“Después de mucho pensar sin hallar respuesta, le pregunté al viejo sabio...
—¿Qué es la felicidad?
—Para explicártelo te contaré la historia de Selma, la oveja.”


Primera impresión
Selma fue de esos grandes hallazgos que llegan de manera azarosa. Contadas veces veo a mi hermanito Patricio (cumpleaños —a veces—, navidades o años nuevos —no siempre— y algo más que se topa en el camino). Esta vez, fue una rotura de brazo. No pregunté y lo fui a visitar al hospital. Un día antes busqué un libro para él. Encontré justamente uno titulado Cómo es tu papá, que viene con animales y demás (él es muy fan de los animales), y entonces encontré por causalidad Selma: un libro pequeñito y en blanco y negro. Lo leí y decidí llevarle mejor dos libros. De visita en el hospital se lo leí en voz alta (ningún otro libro que le he regalado lo he podido leer así con él, a excepción de Ríbit). Se moría de risa de la parte donde Selma afirma que, pasara lo que pasara, siempre dedicaría un momento del día a platicar con la señora Meyer.

Ilustraciones
Tintas, acuarelas, línea decidida y suelta, el formato de Selma además la enmarca en pequeños cuadros (si ya de por sí el libro es pequeño) a manera de encuadre de video (todo como si fuera entrevista). A veces Selma voltea a la cámara, otras sólo son tomas de ella viviendo e imaginando. Sencillo y atinado.

Reseña
Un perro sentado frente a una copa casi vacía de tinto después de mucho dar vueltas, decide preguntar al viejo sabio por la felicidad. Éste lo remite a la historia de Selma, una oveja a quien alguna vez le hicieron la misma pregunta. La respuesta es simple, pero entraña una sabiduría profunda de lo que a veces olvidamos y que habita, de hecho, en las cosas más inmediatas (y no por eso fáciles de ver) de la vida.

Opinión
Retomo la idea de la que parte este blog: todos nuestros libros favoritos terminan siendo parte de nosotros. Y es como si ciertos libros contaran de alguna manera también nuestra propia historia o llegaran como espejos en un momento en que no vemos claro. Por eso se vuelven entrañables. Selma, el personaje, vino a decirnos a Patricio y a mí que, aunque no tengamos esa cotidianidad que ella, la oveja, tanto intenta inmortalizar, hay rituales que perduran y relaciones que, no importa el espacio y el tiempo, significan la felicidad.

viernes, 9 de octubre de 2009

El Morbito


Periódico para ojos curiosos
"Mejor no lo leas"
:onírika
núm. 0 · La oscuridad
2009


El miedo te atormenta y luego se evapora: en la noche es más grande que tú, en la mañana desaparece.
La luz se va. No cierres los ojos: mira de frente al miedo, a la noche, a la oscuridad. ¿Te atreves?

Primera impresión
Quizá más que hablar de primeras impresiones, deba empezar diciendo que El Morbito es un sueño hecho realidad. Desde niña me gustaba inventar revistas con quien se dejara: mis vecinas, mi prima Itzel o yo sola. Me encantaba contar historias e ilustrarlas, teniendo siempre clara esa parte de que para contar una historia hay que contársela a alguien.
En ese entonces mi lector en potencia eran mis papás, mis vecinos, mis amigos, mi familia; quienquiera que tuviera cerca. No sé por qué ahora que soy más grande, ese lector se ha convertido en lo que en el mercado se delimita como el público infantil. Tal vez sienta que los niños pueden escucharte de una forma especial, sin vacilación alguna de acercarse a cualquier tipo de historia acompañada de imágenes; pero en realidad es que aún hay ciertos adultos que trazan una línea en realidad inexistente entre el mundo infantil y el adulto, como quien se empecina en negar que día a día habitamos mundos ficticios en la vida cotidiana y visitamos mundos reales en lo que leemos (y viceversa) y a cualquier edad. O tal vez tenga que ver con esa idea transmitida por algunos padres (por lo menos por el mío) de que al crecer uno debe alejarse más de las caricaturas y acercarse a la realidad.
Pero mi pasión está en esa conjunción: la del texto con la imagen, la de la realidad con la ficción, no importa la edad.

Cambio de planes
Irónicamente la creación de este blog se dio por el proyecto frustrado de una revista literaria para niños, y hoy lo uso otra vez para celebrar con una emoción sin precedentes lo que siento como mi primogénito.
El Morbito ha nacido en una familia de esas que se hacen en la vida. Dios nos hace y nos vinimos a encontrar por suerte y así, en los últimos meses al lado de Jorge, Mario y Anie (grandes amigos triveroquios) este periódico para ojos curiosos tomó forma cual feto en el vientre materno (a saber, nuestras cabezas, discusiones, negociaciones, creatividad y pasiones) hasta verse materializado en 16 páginas palpables llenas de todo eso que a los cuatro nos apasiona: historias ilustradas en forma de historietas, chistes, cuentos, ensayo, novela por entregas, y por supuesto, muchas y hermosísimas imágenes. El tema para el número cero es la oscuridad, la noche, el miedo. A partir de 2010 saldrá regularmente.

Opinión
Será para mí un gran gusto que ahora sean ustedes, queridos lectores, quienes me compartan sus opiniones de esta obra. Pero antes tienen que correr a conseguir su Morbito y leerlo si es que se atreven, ya que no por nada el lema del periódico es “mejor no leas”.

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