domingo, 31 de mayo de 2009

Ríbit


Juan Gedovius
LIBRO ÁLBUM

Primera edición: 2005
Ediciones SM
Colección Giraluna










Primera impresión
Ríbit fue de los primeros libros para niños que leí, fue de mis reencuentros con los libros ilustrados, reformulados, nuevos, diferentes de cuando yo era chica. Estaba como becaria trabajando en SM y el bibliotecario, que iba todos los días a la librería que tiene la editorial, me compraba los libros con un descuento de 50%. Me gasté en esa época casi todo mi sueldo en libros para niños y, entre los que más me impresionaron, estaba y sigue estando Ríbit.

Tanto fue así que una navidad se lo regalé a mi hermanito Patricio, que entonces tenía unos 2 años. Él aún no leía y me pareció ideal este libro sin letras. Lo pasé una vez con él, narrándoselo tal como yo lo veía. Me pidió que se lo contara otra vez, y después lo leyó solo hasta ofrecer leérselo a su mamá. Recuerdo que me daba ternura que, como Patricio todavía no podía pronunciar bien la r, al referirse al libro decía: “Es Dríbit, una dranita droja”. No sé si Gedovius habrá pensado en este juego fonético, que lo convierte al final en una especie de libro oral.

El predominio del blanco dota de limpieza las ilustraciones y enfatiza la presencia del protagonista y resto de actores con los que éste se va encontrando. Los colores marcan la identidad de cada personaje y, gracias a las imágenes y su posición sobre ese fondo blanco, la historia se teje y el ritmo de cada página cobra sonoridad. Gedovius trabaja con tintas y es de una pulcritud notable; sus personajes, sobre todo los animales (a mi gusto) tienen una estilización bien lograda y resultan muy simpáticos.

Reseña
Una ranita roja con una paleta (también roja) pegada a la pata se topa con una señora dorada. Comienza así, a partir de ese primer encuentro, un juego de trueques, personajes y colores que llevará Ríbit a lo que más desea... la noche, que le lean un cuento o que hayas leído una historia sin palabras aparentes.

Opinión
Un libro como Ríbit refuerza la idea de que el acto de lectura no depende únicamente de la palabra escrita, y dota al libro de un poder encerrado en sus páginas que un niño de 2 años puede comprender y hasta fomentar la lectura en los demás. De esta manera, una historia bien contada genera una conexión con uno a cualquier edad.

El pollito de la avellaneda

texto: Antonio Rubio
ilustraciones: Gabriel Pacheco
LIBRO ÁLBUM

Primera edición en español: 2006
Kalandraka
Colección Libros para Soñar


Cabra, dame cuero para el zapatero,
que tiene que hacer unos zapatos para el ama,
que tiene que sacarle una avellana a mi pollito que está en la avellaneda.
Ande, no se haga de rogar,
que se me puede ahogar.

Primera impresión
En la presentación de la colección Libros para Soñar (hace como dos años en el Centro Cultural España) vinieron los editores, escritores y cuentacuentos de Kalandraka. Antonio Rubio leyó este cuento tiernamente y aproveché que también andaba por ahí Gabriel Pacheco para comprar el libro y llevármelo firmado por los dos.

Las ilustraciones tienen una paleta sobria, hechas digitalmente; hay que verlas detenidamente para encontrar mensajes entre líneas que este ilustrador añade siempre tan sutilmente en su trabajo.

Reseña
Un pollito está con su gallina en la avellaneda, cuando de pronto al pollito se le atora una avellana en la garganta. Rápido corre la gallina por su ama para que lo ayude. Pero la ama necesita sus zapatos, el zapatero cuero, la cabra pasto, el pasto lluvia... Cuando llegan, el pollito ha muerto. No, no es cierto. Al final todos bailan felices al ritmo del canto del pollito (extrañamente la cabra, que acababa de dar su cuero, baila con ellos también).

Opinión
Se trata de un cuento popular que se contaba de boca en boca. De hecho empieza con la frase “Pues señor...”, que quizá en México no sea tan conocida, pero que se acostumbra usar para abrir un relato oral. Vale la pena leerlo en voz alta y leérselo a alguien, disfrutar mucho de las imágenes y hacer el pacto lector para aceptar que una cabra puede bailar aunque haya servido para zapatos junto un pollito que aguantó con la avellana atragantada más de lo que tarda en crecer el pasto. Kalandraka publica libros álbum memorables, de gran calidad y aptos y dirigidos a todas las edades.

domingo, 24 de mayo de 2009

Tantos animalitos muertos


texto: Ulf Nilsson
ilustraciones: Eva Eriksson
LIBRO ILUSTRADO

Primera edición: 2008
Ediciones Castillo


Un día, estábamos aburridos. No había nada que hacer y queríamos divertirnos.
Entonces Ester encontró un abejorro muerto.
—Mira, aquí tengo algo —dijo emocionada—. ¡Algo triste y trágico!

Primera impresión

Un día fui a ver a Karen Coeman a Castillo. No conocía bien la colección de libros para niños de la editorial y me empezó a mostrar varios, para diferentes edades y con distintos estilos de ilustración. Cuando sacó Tantos animalitos muertos hizo una pausa y me empezó a contar la historia que descansaba dentro de sus páginas, mientras ella misma pasaba las hojas para que pudiera ver los dibujos. Fue como estar otra vez ante una cuentacuentos (mi maestra en preescolar, mi mamá, mi abuela) que desde hace tanto tiempo no tenía.

En las ilustraciones se nota el trazo a lápiz, suave y expresivo, que está en todos los personajes y en ciertos elementos del escenario del fondo, pero no en todos; coloreadas con acuarela, algunas plantas están de hecho pintadas con un toque impresionista. La paleta de color es muy armónica. Los personajes teatrales y reflejan con exactitud lo que sienten mientras actúan.

Reseña
Aburridos en un día de verano, Ester encuentra el primer animalito muerto, un abejorro. Se lo muestra al protagonista quien reacciona con asco y espanto; le tiene miedo casi todo, sobre todo a la muerte. Juntos entierran al abejorro. Ester hace el trabajo, el protagonista es bueno para escribir, así que se ofrece a ser el encargado de escribir los poemas póstumos. Pronto se les une el hermanito de Ester, Pepe, quien es el plañidero de su nueva empresa: una funeraria para animalitos muertos.

Opinión
El tema de la muerte es fascinante y puede ser abordado de maneras diversas. En Tantos animalitos muertos se muestran distintas reacciones hacia la muerte: Pepe pregunta y pregunta, teme y conoce; Ester, valiente al inicio, se deja conmover por los poemas del protagonista. En torno a todo el pragmatismo que es llevar una funeraria, no hay insensibilidad hacia la muerte, sino se le mira directo a los ojos.

sábado, 23 de mayo de 2009

El sendero de los gatos apachurrados


texto: Alfonso Orejel
ilustraciones: Triveroquio (Anabel Prado y Jorge Mendoza)
LIBRO ILUSTRADO

Primera edición: 2008
Cidcli
Colección Delta 3




Miaaaaaauuuu fue la última palabra que lanzó Mino, mi gato favorito, antes de morir aplastado por las llantas de un auto desconocido.


Primera impresión
Anabel, en una cena en su casa, aprovechó para mostrarme unas ilustraciones en las que estaba trabajando. Sacó una cajita de zapatos y la destapó: dentro había un singular señor que se quitaba el sombrero (un mago o un presentador de circo) y dejaba ver un conejito blanco sobre su cabeza. Se trataba de su primer libro ilustrado para niños. Además, no lo hacía sola, sino en equipo con Jorge Mendoza alias Pixilon (Triveroquio), quien se encargó de crear los personajes y la escenografía de estos actores a los que Anabel daría vida modelándolos con plastilinas de colores. Pero esa impresión se reformuló cuando unos meses después, felizmente me encontré la publicación en la librería y me hice de ella.

Las ilustraciones están hechas con plastilina de colores, y los escenarios con acrílicos (¿o gouache?), que además muestran una perspectiva muy dinámica. Algunos personajes tienen facciones de gatos (pero no todos, sólo los niños) y son muy expresivos. El resultado son imágenes impresionantes en propuesta y manufactura, sobre todo por los detalles más pequeñitos, como las sombras y luces, algunas líneas de contorno delgaditas, texturas de pelo y hasta pedacitos de hilo y mecate para representar pelo y bigote.

Reseña
Mino, el gato del protagonista, es atropellado —al parecer por accidente— en la primera página de un libro. Su dueño, desconsolado, está en proceso de duelo cuando más gatos comienzan a morir. ¿Será sólo una coincidencia o habrá un misterio por develar? Una novela policíaca para lectores jóvenes, llena de humor negro y algunas imágenes un tanto grotescas que develan una verdad que nadie se esperaría.

Opinión
Algunos detalles del diseño y el papel utilizado me recuerdan más a una revista que a un libro, y eso no me pareció del todo atinado. Con todo, se trata de un libro muy original, tanto por lo que se arriesga al ofrecer una historia así a un público infantil, como por el tipo de ilustraciones, desarrolladas con un recurso tan poco explotado en México. Vale mucho la pena leerlo y tenerlo.

miércoles, 20 de mayo de 2009

Ahora no, Bernardo


texto e ilustraciones: David McKee
LIBRO ÁLBUM

Primera edición en Colombia: 2005
Alfaguara
Colección Nidos para la lectura


“Hola, pa”, dijo Bernardo.
“Ahora no, Bernardo”, dijo su papá.
“Hola, ma”, dijo Bernardo.
“Ahora no, Bernardo”, dijo su mamá.
“Hay un monstruo en el jardín y me va a comer”, dijo Bernardo.
“Ahora no, Bernardo”, dijo su mamá.
Primera impresión
En el taller de Javier Sáez en 2008, nos mostraban libros álbum que colocaban en una mesa en el centro. Así conocí otra faceta de David McKee (autor conocido por Elmer). Ahora no, Bernardo me dio mucha risa y me encantó. Así se lo dije a Eva quien me respondió: “Es un libro muy fuerte”. Y me di cuenta de que yo no lo había visto así, pero que tenía absoluta razón. Como El globo de Isol, este libro habla de la mala relación con los padres, falta de comunicación, la metamorfosis en pos de atención. Definitivamente es un libro entrañable, apto para todos.
Al final resultó que Eva tenía dos libros y ante mi emoción desmesurada por el libro en cuestión me regaló uno. La cosa es que se trata de una edición colombiana que no se conseguía aquí en México; pero no se preocupen, que lo vi hace poco en librerías nacionales.

Las ilustraciones están hechas con tintas de muchos colores, y las imágenes son muy brillantes y llenas de vida. La composición da un punto de vista frontal. Las escenas son simples y están acompañadas de un texto muy corto, pero contundente.

Reseña
Bernardo saluda a su papá, quien, en plena acción de clavar un clavo en la pared, se martilla la mano y le pide que se vaya con un “Ahora no, Bernardo”. El estribillo se repite cuando saluda a su mamá y también cuando asustado le avisa que hay un monstruo en el jardín.

Opinión
De hecho, el estribillo se repite a todo lo largo del libro, para hacernos reír (como ya confesé), pero para apuntar también cómo no basta hablar para comunicarse, y la atención que un niño requiere va más allá de alguien que prepare la cena y lo mande a dormir en la noche. La metáfora de un niño que se vuelve monstruo, y de un monstruo que con toda su monstruosidad no consigue que alguien lo note es contundente y vale mucho la pena verse y leerse.

martes, 19 de mayo de 2009

Cuatro libros de animales


texto e ilustraciones: Satoshi Kitamura
LIBRO ÁLBUM

Primera edición: 1998
Segunda reimpresión: 2007
Fondo de Cultura Económica
Colección Los Especiales de A la Orilla del Viento


Gato tiene sueño
Perro tiene sed
Pato está sucio
Ardilla tiene hambre



Primera impresión

Una imagen donde aparecía una ventana. Gato se asomaba para encontrarse con una hilera de gatos dormidos sobre una barda: “Allá afuera no hay lugar”. Los personajes, los colores y la simpleza del texto me hizo correr a investigar quién era Satoshi Kitamura, y a hacerme de estos cuatro libros que los niños de menos de tres años no pueden soltar. El texto y las imágenes son de lo más sencillas; muestran acciones lineales, por eso son ideales para niños muy pequeños, y que alguien se los lea una vez, después, para sorpresa de los papás y maestros, el lector en ciernes querrá y podrá leerlo él.

Las ilustraciones están hechas con líneas de contorno y colores puros, lo más probable es que de tintas o acuarelas. La composición precisa, apunta la mirada siempre al protagonista de cada relato. Los animales son sumamente expresivos y todos tienen una meta en el libro: comer, dormir, lavarse, beber.

Reseña
Gato, muerto de sueño, busca su huequito perfecto para dormir, pero parece que todo está en su contra para conseguirlo.
Ardilla tiene hambre, se encuentra una nuez pero no dónde guardarla, ¿será la guarida de Topo, el nido de Pájaro o debajo de la roca el lugar indicado?
Pato vive un día con problemas climáticos y termina batido en lodo y hojas secas; jamás pensó que un simple paseo terminaría así.
Perro está en busca de un poco de agua para abrevar su sed. Escala, se aventura, se agacha, pero parece que todo está en su contra, hasta que encuentra su solución como por arte de magia.

Opinión
Una narración tiene como componente principal un conflicto que resolver. Quién diría que en un texto tan breve el autor consiga ponernos directo en el conflicto de la situación. Al final, todo se resuelve, y cada animal consigue su cometido. Chin, ya conté el final, pero en estos libros no importa tanto, sino el ritmo de las imágenes, los reveses para conseguir el cometido y, sí, esa meta anhelada que deja a cualquiera tranquilo.

lunes, 18 de mayo de 2009

Zorrillo el último


texto: Roxanna Erdman
ilustraciones: Enrique Martínez
LIBRO ILUSTRADO

Primera edición en español: 2002
Segunda reimpresión: 2007
Alfaguara Infantil


El zorrillo ahuyenta los colores. Por eso es negro, con una franjita blanca que reluce en su lomo como la de una autopista recién pintada. Junto con los pandas y las cebras, proviene de la época en que el mundo aún no era a colores.

Primera impresión
Conocí a Roxanna Erdman en el diplomado de ilustración de Casul. Nos dio una plática por demás entretenida acerca de literatura, ilustración y, luego de dos que tres interrupciones de una compañera que jamás apagaba su celular y de las campanas de una iglesia que repicaban a la menor provocación, Roxanna nos presentó Zorrillo el último y nos habló de lo que era un bestiario.
Así, cuando algún indeciso pasee por la librería y con la suficiente suerte tome este libro, notará que le habla, apela a uno, lo exhorta a leerlo (pst, pst!): “Éste es un bestiario. ¿Que qué es un bestiario? Ah, pues un conjunto de retratos de animales, de historias que los describen de la nariz a la cola (o del pico a las patas, según). Son retratos narrados y podrían ser retratos hablados si alguien te los leyera en voz alta mientras intentas imaginar qué rayos hace el zorrillo en el título de este libro”.
De vuelta en el diplomado, a cada uno le fue asignado un animal para ilustrar. A mí me tocó el tlacuache y recuerdo hasta ahora la imagen del tlacuache que sin haber visto las ilustraciones originales contemplé pendiendo como hoja de un árbol en la noche de los tiempos, hasta que se secó y cayó para convertirse en el animal que hoy conocemos: “Cuando la nostalgia se le mete en el cuerpo, paso a pasito va y se instala a colgar de una rama. No sería raro que un día reverdeciera”.

Las ilustraciones, en blanco y negro, están llenas de simpatía y precisión. Los personajes le hacen justicia al texto, lo complementan. Dibujos tradicionales con tinta y plumilla (tal vez estilógrafo) se descuelgan de la parte superior de la hoja o se asoman a intentar leer o esperar a que alguien abra el libro y, tal como la escritora impulsara, les lea en voz alta su propia historia.

Reseña
Veinticuatro semblanzas de animales que parecen de lo más usuales, pero, atento querido lector, podrían referirse a usted. Las narrativas descripciones son también mitologías, poemas en prosa y parábolas del ser humano. Además, todas consiguen un tono de intimidad que de inmediato genera un vínculo con el lector.

Opinión
Al leer Zorrillo el último no pude negar sentir que, lo mismo el puercoespín que la ardilla, vivía en gran medida en todos estos animales, y al revés. Así, ante la primera sospecha de que Roxanna pudo haberse basado en su gente conocida para crear la semblanza de cada animal, me atrevería a decir que supo ver profundo y más allá de cada persona, para conocerlas a todas y plasmarlas en veinticuatro animales que recuerdan y evocan a todos los que estuvieron, estamos y estaremos, animales y personas por igual.

jueves, 7 de mayo de 2009

La fuga


Pascal Blanchet
NOVELA GRÁFICA

Primera edición en español: 2007
Barbara Fiore Editora









Primera impresión
Sentada en las oficinas de Colofón, empecé a pasar las hojas de La fuga. El ritmo de las imágenes es capaz de hacerse escuchar: un hombre mayor se sienta frente a su piano a recordar. El arte y la vida van de la mano; el primero le provoca evocar el pasado, la otra transcurre como una canción.

Las ilustraciones son digitales, y la paleta consta de cafés y de rojo para enfatizar. Las imágenes conforman secuencias y a veces acentos. Hay una predominancia del lenguaje cinematográfico. Me encanta que en los acercamientos se notan detalles muy finos, como las líneas de contorno de rostro y manos, y la expresión facial del personaje. También se recurre en algunas páginas al collage, donde elementos incluidos están cargados de sentido: una cartilla militar, una discografía, una portada de un disco.

Reseña
En la ciudad, un hombre viejo llega a su casa, se sienta en el piano y recuerda. Así transcurre lo que dura su melodía un episodio distinto de su vida cada vez. La música es su ventana al pasado, pero se trata más de un vínculo consigo mismo que había olvidado. La fuga se convierte en un viaje interior.

Opinión
Con estos libros, a veces parecería que todo lo que habla de la vida, habla de la muerte, o que a una persona mayor sólo le pueden venir a la mente lo que quedó en el pasado. Pero con este personaje, la trabazón se debe a la anulación del contacto con el piano, como si se hubiera quedado sin voz. Por eso resulta tan representativo que no tenga texto, de ahí que el mismo autor lo defina como una novela gráfica. Así, con sólo imágenes, el libro se vuelve universal: accesible no importa la lengua que uno hable ni la edad que uno tenga. La vida y la muerte son cosa de todos.

lunes, 4 de mayo de 2009

El pato y la muerte

texto e ilustraciones: Wolf Erlbruch
LIBRO ÁLBUM

Primera edición en español: 2007
Barbara Fiore Editora


Desde hacía tiempo, el pato notaba algo extraño.
—¿Quién eres? ¿Por qué me sigues tan de cerca y sin hacer ruido?
La muerte le contestó:
—Me alegro de que por fin me hayas visto. Soy la muerte.

Primera impresión
Parada en la librería, me encontré con este libro. Ya antes, en una visita a Eva Janovitz, ella misma me lo mostró, junto con otro montón de libros que terminé comprando, pero no éste, ni siquiera lo leí. Y qué bueno, me habría dado una pena terrible ponerme a llorar ahí en su oficina, aunque casi igual fue hacerlo en la librería (por suerte no había nadie cerca).

Las ilustraciones son muy sencillas: lápices de colores sobre un papel ocre o blanco, luego recortado; así algunos elementos del fondo, que también son mínimos, como flores, árboles o un lago. Concreto y exacto; hasta La Muerte es sumamente expresiva y empática.

Reseña
Un pato un día se encuentra con la muerte. Nunca la había notado, pero siempre había estado con él. Quizá cualquiera podría imaginar el final, pero cómo un pato se hace consciente de su propia vida y de su propia muerte con la simpleza con que Erlbruch lo pone es definitivamente novedoso.

Opinión
Como ante Yo espero, muchos adultos suelen exclamar “Este libro no es para niños”. Pero pareciera que el tema de la muerte es tan ajeno a niños como a adultos. ¿Por qué negarle la estética de la muerte a un niño, a un adulto o a uno mismo?

Salvavidas

texto: Ricardo Chávez Castañeda
ilustraciones: Aitana Carrasco Inglés
CUENTO ILUSTRADO

Primera edición: 2006
Segunda reimpresión: 2008
Ediciones SM
Colección El Barco de Vapor - Azul (a partir de 7 años)



Empecé a llorar sin motivos cuando cumplí siete años.
—Nosotros no hemos hecho nada —decían asustados mi hermana y mi hermano que eran más pequeños que yo.
—Yo tampoco le hice nada —murmuró mi maestra cuando yo rompí en llanto mientras ella daba la lección de ortografía.
—Nadie le ha hecho nada —le explicó mi mamá a la doctora y a la dentista, cuando ambas terminaron rascándose la cabeza en el mismo consultorio.
—Todo está bien con este niño —concluyó la pediatra, luego de escuchar el latido de mi corazón.
—Sano y entero como roble —diagnosticó la dentista, después de asomarse por mi boca quizá para ver también mi alma.
Y sin embargo, yo continuaba llorando.


Primera impresión
La cuarta de forros fue creada para que el lector potencial se dé una idea de lo que hay dentro del libro, pero yo siempre he dejado al último esta parte porque muchas veces quien se encarga de hacerlo ridículamente cuenta el final o alguna parte importante que es mejor no conocer de antemano, y mejor opto por leer la primera página. Aquí, antes, he transcrito la primera página o el primer impulso del libro. Ésa fue la primera impresión que me causó: una intriga absoluta, ¿por qué llora este pequeño niño? O más bien, ¿por qué no puede dejar de llorar? Y aunque es un misterio, de alguna forma todos nos hemos sentido alguna vez así; en el fondo, no hay mayor misterio y, una vez más, la solución no parece ser tan importante como el trayecto en el cual el llanto comienza a calmarse y la revelación tiene lugar.

Honestamente, las ilustraciones también fueron una razón de peso para que tomara por primera vez el libro; las imágenes de Aitana me llaman mucho, sus personajes son exactos y se abocan a expresar una intimidad entre sí que en el texto se sugiere, pero que las ilustraciones reafirman. La técnica, collage, pasteles, tinta (?) Nunca he podido descubrir exactamente cómo consigue esas texturas y que todo se integre tan bien.

Reseña
Narrado en primera persona, un niño nos cuenta que un día comenzó a llorar y no pudo parar. Lo atienden toda clase de médicos, sus padres hablan con él, nada lo hace detenerse, hasta que un día consigue ponerlo en palabras. Tiene miedo a la muerte.

Ramona la mona

texto e ilustraciones: Aitana Carrasco Inglés
LIBRO ÁLBUM

Primera edición: 2006
Fondo de Cultura Económica
Colección Los Especiales A la Orilla del Viento

Ésta es la historia de cómo conocí a Ramona la Mona, que no es una mona sino mi hermanita


Primera impresión
Un gato descansa sobre un reloj. El tiempo está presente a cada paso en Ramona la Mona, así la muerte y el nacimiento; la vida. Irónicamente, conocí a Aitana un día antes de que se fuera (regresara) a vivir a España, y no sólo a ella, tampoco conocía de cerca sus libros, pero luego de hablar con ella por primera vez, quise de inmediato leerlos. Así empecé con éste que escribió, ilustró y que le valió el Premio A la Orilla del Viento en 2006, que además toca, entre los varios temas que trata, uno por demás fascinante: la muerte.

Las ilustraciones de Aitana siempre están cargadas de diferentes sentidos (toda buena ilustración lo está); sus personajes me fascinan y no sé si es por el peso enorme que tiene la profundidad de los ojos, o la facilidad con que danzan y muestran con su expresión corporal lo que dice el texto y lo que no. Siempre hay collage, pero increíblemente no se nota; las sombras puestas en el lugar preciso, las texturas, y un guiño que evoca un concepto constante en todo el relato, en el caso de este libro quizá sean los números, el tiempo.

Reseña
Un niño se asoma de frente en la primera página del libro y se presenta: es Bruno y está a punto de presentarnos su casa y los habitantes de ella: sus padres, sus abuelos y cinco peces dorados. Pero pronto, el número de habitantes cambiará...

Secreto de familia

texto e ilustraciones: Isol
LIBRO ILUSTRADO

Primera edición: 2000
Fondo de Cultura Económica
Colección Los Primerísimos


Tengo un secreto:
mi madre es un puercoespín en realidad


Primera impresión
Quien nació con el pelo lacio como mi prima Itzel probablemente no sufrieron tener un cabello rebelde, esponjado cuando no, y siempre siempre enredado. Pero lo que Isol demuestra es que al despertar cada quien se torna en un animal diferente y, no se preocupen niñas, es normal, completamente normal.

Las ilustraciones parecen litografías, lo cual no es sino una de las características principales de los hermosos dibujos de Isol, siempre tocados por la fuerza del grabado y los personajes simpáticos y sumamente expresivos.

Reseña
Un misterio detona la historia de una pequeña niña que no se imagina en lo que su madre se convierte en las mañanas. Nadie puede enterarse, y ella misma quisiera olvidarlo. Así que, para alejarse un poco de su cruda realidad, decide pasar una noche en casa de su amiga del colegio; no sabe lo que pasará a la mañana siguiente...

Diminuto y Saltatriz

texto: Antonio Granados
ilustraciones: Cecilia Varela
LIBRO ÁLBUM

Primera edición: 2008
Ediciones El Naranjo
Colección Para lectores que empiezan


Su nombre era Diminuto
y, no sé por qué razón,
tenía en el pecho un minuto
en lugar de corazón



Primera impresión
Depende cómo tome uno el libro por primera vez, pero no digo más. A través de un blog se puede conocer el otro lado del mundo, y más cuando las imágenes de alguien como Cecilia Varela son la ventana para verlo: la palabra escondida, las segundas lecturas, los personajes y lo que dicen con su sola postura. Como en pocos libros, las dedicatorias de son especialmente conmovedoras, más luego de leer de pe a pa la historia entera.

Las ilustraciones tienen una paleta tan armónica que uno se deleita página con página; texturas, colores y formas que dan vida a los atinados versos de Antonio Granados. Se trata de un libro de atmósferas y personajes que bailan en un onírico país que parece girar en espiral.

Opinión
Normalmente a nadie le gusta que le cuenten el final de una historia, pero hay historias donde lo más importante o sorprendente no parece ser el final, sino el trayecto. Éste es el caso de Diminuto y Saltatriz, donde cada imagen vale la pena ser recorrida con calma y, si bien es cierto que el final lo llena a uno el alma con un suspiro, de éste vale la pena desdoblar una vez más hacia el principio y revivir paso a paso cómo uno como lector llegó a él sin siquiera imaginarlo.

El globo

texto e ilustraciones: Isol
LIBRO ÁLBUM

Primera edición: 2002
Fondo de Cultura Económica
Colección Los Especiales de A la Orilla del Viento


Un día a Camila se le cumplió su deseo. Su mamá se convirtió en un globo y no gritaba más


Primera impresión
Cuando era una niña, mi mamá se ponía un paliacate rojo cuando quería que mi hermano y yo le diéramos espacio (o cuando tenía migraña), así que cuando encontré este libro, no sé por qué me recordó a esos episodios de mi infancia cuando no le podíamos hablar a mi mamá. Lo chistoso es que Isol lo maneja de la manera más natural y simpática.

Las ilustraciones recuerdan las impresiones en serigrafía, donde hay que escoger cuidadosamente los colores que se utilizarán y las plastas parecen puestas sin preocupación y con completo desparpajo. Pero en Isol nunca hay nada fuera de lugar, todo cae justo donde debe caer y cada imagen es precisa.

Reseña
Nada es perfecto en esta vida. No escogemos cuántos hermanos tendremos, ni a nuestros papás, ni cómo éstos serán con nosotros. Pero, a veces, los deseos se vuelven realidad y la realidad, sin embargo, no se ajusta aún por completo a nuestros deseos. No importa si cada quien puede sacar de ella lo más para ser feliz; a final de cuentas, nadie puede tener todo en la vida.