jueves, 18 de noviembre de 2010

Buscando a Alaska


NOVELA

Primera edición: 2006
Tercera reimpresión: 2010
Castillo de la Lectura




Una semana antes de que dejara a mi familia, la Florida y el resto de mi vida anterior para irme a un internado de Alabama, mi madre insistió en darme una fiesta de despedida.
[Mi papá] también había asistido a Culver Creek, el mismo internado al que me dirigía, igual que sus dos hermanos y todos sus hijos. Creo que le gustaba la idea de que siguiera sus pasos. Mis tíos me habían contado historias de cuán famoso había sido en la facultad, de cómo se la había pasado armando relajos y al mismo tiempo aprobando con las mejores calificaciones todas sus clases. Esa vida sonaba mejor que la que yo tenía en Florida. Pero no, no era por papá. No exactamente.
—Esperen —entré al estudio de papá y encontré la biografía de François Rabelais. Me gustaba leer biografías de escritores, aunque (como era el caso de Rabelais) nunca hubiera leído nada de su obra. Pasé rápido las páginas hacia el final del libro y encontré una cita subrayada con marcador (“¡Nunca uses un marcador en mis libros!”, me había indicado mi papá mil veces; pero, ¿de qué otra manera se supone que encontrarás lo que buscas?)—. Este tipo —dije, de pie en el umbral de la sala—, François Rabelais, era un poeta y sus últimas palabras fueron: “Voy en busca de un Gran quizá”. Por eso me voy. No quiero espera hasta morir para empezar a buscar un Gran quizá. 

Primera impresión
En una época de intercambio de lecturas, Santiago me presumió que acababan de salir un par de libros de Editorial Castillo, cuyas portadas había ilustrado él. Uno era de miedo y otro de una muerte inesperada. Escogí, como es obvio, el de la muerte. Pero la espera duró varias páginas, y aún así no me arruinó demasiado el libro, aunque sí le reclamé como probablemente usted, querido lector, me reclamará si tiene a bien leer el libro y no encuentra esa muerte inesperada pronto. No importa.
Debí haber escrito esta reseña hace varios meses, pues entonces leí el libro y lo tenía más fresco. Pero es un libro tan triste que por alguna razón no lo hice. Tal vez no quería devolverlo aún (préstamo como fue del sr. Mano de papel), y ahora estoy lista para dejarlo ir, pues me quedo con el recuerdo y las citas favoritas.

No tiene ilustraciones, pero sí una gran portada que bien pueden ver aquí arribita.

Reseña
Miles, joven de 16 años, es enviado a estudiar a un internado. Poco popular y tímido, pronto hace muchos amigos, travesuras, bebe a escondidas, fuma, y se enamora perdidamente de Alaska, quien cambia para siempre su forma de ver el mundo.

Opinión
Este libro trata del amor, la muerte, la identidad. Me gusta que esté narrado en primera persona por el protagonista y ver cómo crece y cambia. Están claros los estragos provocados por el amor y la muerte, pérdidas a su manera los dos. Quién fuera Alaska para la quisieran a una así...

Citas favoritas
"Vagamente recuerdo a Lara de pie en la puerta, la habitación oscura, afuera oscuro, todo leve y cómodo pero un tanto giratorio, el mundo pulsando como si fuera un ritmo pesado de batería. Vagamente recuerdo al sonrisa de Lara desde la puerta, la relumbrante ambigüedad de la sonrisa de una chica, que parece prometer una respuesta a la pregunta, pero que nunca la da. La pregunta, aquella que todos hemos estado preguntando desde que las niñas dejaron de ser asquerosas, la pregunta que es demasiado simple para no ser complicada: ¿le gusto o no le gusto?" (p. 94)

"Así tal cual. De cien kilómetros por hora a dormirse en un nanosegundo. Yo quería acostarme junto a ella en el sofá, abrazarla y dormir. No coger, como en esas películas. Ni siquiera tener sexo. Sólo dormir juntos, en el sentido más inocente de la frase. Pero me faltaba valor, ella tenía novio, yo era torpe, ella era preciosa, yo era un aburrido sin remedio y ella era fascinante hasta el infinito. Así que regresé a mi habitación y caí sobre la litera inferior, pensando que si las personas fueran lluvia, yo sería llovizna y ella, un huracán." (p. 127)

"Ahora se ponía más fría con cada hora que pasaba, más muerta con cada una de mis exhalaciones. Pensé: 'Ése es el miedo: perdí algo importante, no lo puedo encontrar y lo necesito. Es un miedo semejante al de alguien que perdiera sus lentes, fuera a la óptica y le dijeran que todos los lentes del mundo se acabaron y que tendrá que vivir sin ellos'." (pp. 201-202)

martes, 9 de noviembre de 2010

Presentación: Checo



Conocí a Idalia Sautto en la FIL del año pasado. Estaba, junto con Javier Sáez, nominada al premio de narrativa Invenciones de Nostra. Ganó Javier e Idalia recibió mención y la promesa de la publicación de su libro. De vuelta en México, Idalia me compartió el manuscrito inédito de Checo, una historia entrañable de un niño que, como muchos, decide irse de casa; sólo que él de hecho se atreve a hacerlo. La historia se desarrolla a finales de los años treinta en la ciudad de México, y tiene un estilo único que vale la pena conocer y leer. Por si fuera poco, está ilustrado por Cecilia Varela y el resultado final del libro no tiene nombre. Ahí les cuento más en cuanto lo tenga en mis manos y le haga su debido Lean lirones.

¡No se pierdan la presentación, compren el libro y conozcan a esta gran escritora!

El sueño de Pablo


Libro álbum
Primera edición: 2008

A Pablo le gusta dormirse escuchando el sonido del mar. Aunque nunca lo ha visto, sabe por su abuelo, que fue marinero en su juventud, que el mar es mucho más grande que la pradera que se extiende a poniente, que tiene mucha más agua que el río del valle y que no se puede abarcar con la vista.


Primera impresión
Hace dos años celebraba yo un séptimo aniversario que este año ya no se festejará, pero en ese entonces recibí de regalo este libro, en el marco de la FILIJ a la que por cierto tampoco iremos con stand. Este sin duda ha sido un año rarísimo, con muchas bajas y cambios, pero ya está por acabar y esperemos que todo termine por ponerse en su lugar. El libro me cautivó por esos peces increíbles de la portada y por su título tan sutil y exacto.

No hay nada como las ilustraciones de Pablo Auladell. El diseño limpio que privilegia la imagen y muestra la frase sencilla, el diálogo, el pensamiento y fantasía de cada página dan un ritmo de lectura suave, como el sueño de un niño. Las atmósferas de Auladell se conjugan a la perfección con esa prosa poética y entrañable que tan bien sabe tejer Antonio Ventura (autor de Berta sueña).

Reseña
Pablo escucha antes de dormir el sonido del mar, quiere conocerlo pero aún es muy joven. Sueña con verlo un día, con aprender a leer y con casarse con Julia. Por el momento no parece tener importancia si será en una semana o en un tiempo aún desconocido: Pablo sueña.

Opinión
Cada quien sueña con lo que desea. El sonido que nos arrulla antes de caer dormidos puede convertirse en cualquier cosa. No sólo en una mente tan joven como la de un niño pequeño los deseos y los sueños se mezclan, nos pasa a todos, y tampoco los sueños y deseos se cumplen siempre, ni la realidad ahí afuera es tal como queremos. Pero basta una palabra para que eso que queremos exista, en el futuro, en el pasado, o en esa atemporalidad de la mente de cada quien, donde ser grande puede llegar la siguiente semana, y ver el mar ocurrir en la noche. Da igual el futuro que ya no será porque existe en la memoria, casa de los sueños, de los deseos y de lo atemporal. Así como los aniversarios que ya no se cumplen habitan en los libros que siempre es posible volver a leer.