domingo, 14 de febrero de 2010

El frío modifica la trayectoria de los peces

Novela
Primera edición: 2009
Grijalbo


Navidad es una vez al año, pero los pequeños hábitos nunca se olvidan. Me extrañó que mis padres no estuvieran juntos. Mi madre no estaba sentada en el brazo del sillón reservado a mi padre, sino en el sofá, más lejos. Eran dos.

Primera impresión
El otro día tuve que ir al doctor. Medí mal el tiempo. Yo soy de esas personas que piensa su día (y aun ciertas acciones cotidianas) en una especie de cuadrícula o plano mental y aprovecha las trayectorias para hacer las cosas en una sola ida. Ese día iría al doctor (ubicado en el mero sur), luego regresaría a mi casa (cerca del centro) y más tarde iría a comer con mi mamá (también en el sur) para, finalmente, irme de ahí a trabajar (en el mero norte). Como regresaría a mi casa, no tomé los artículos necesarios para irme al trabajo, a saber: libro para leer en el metro, archivos (digitales) y otras cosas más. Pero mi cita con el doctor era muy temprano, y a mí se me hizo bien tarde.
Primera conclusión: ya no tendría tiempo de volver a mi casa, lo que implicaría un trayecto largo y aburrido (ya que no tenía mi libro conmigo) de camino al trabajo. Pensé: “No importa, en casa de mi mamá tomaré el de A sangre fría que siempre he querido leer y ya está”.
En fin, que no encontré el libro por ningún lugar y todo terminó en un drama familiar donde me quedó claro que tendría que irme sin leer hacia el trabajo.
Conclusión 2: Cuadricular el día es infalible si también lo es nuestra puntualidad.
Conclusión 3: Le conté esta triste historia a mi buen amigo Jorge alias Pixilon y al día siguiente me regaló El frío modifica la trayectoria de los peces (envuelto en este paquete) y que decía “Abrilita: para que ya no le robes sus libros a tu hermano”.

    Parábola: El libro que Jorge me dio lo entendí como un mensaje acerca de todo lo que le conté ese día de la pelea por encontrar un libro que era de todos en un lugar que antes era mío, pero que ahora es de mi hermano. Y fue, para mí en ese momento, el regalo perfecto.


Animación
Jorge también me compartió una animación promocional del libro que comparto ahora yo aquí.

Reseña
Québec. 1998. La peor tormenta de nieve de la que se haya tenido registro en esta ciudad. Es navidad y los papás de un niño de once años le informan que van a separarse. Él pide que algo pase para que sus padres sigan juntos. En la casa de al lado, su vecino ruso, un matemático, desarrolla una investigación de topología acerca de la trayectoria de los peces, con tres peces dorados en una pecera cuya temperatura no puede bajar de los 32º. A todos en la ciudad esta tormenta les cae terrible, a todos, excepto a nuestro protagonista.

Opinión
La mitad de la novela es excelente. Pone en tela de juicio lo que implica para los hijos que sus padres se divorcien. Además, trae a la mesa temas como la intolerancia a la homosexualidad y el racismo, así como la soledad y el amor. Sin embargo, la segunda mitad se vuelve predecible, cursi e inverosímil. Como si el autor, una vez habiendo puesto una serie de ingredientes de gran calidad, no supiera qué hacer con ellos.
No por eso la novela es menos entrañable, y vale la pena leerla.

Cita memorable:
“—¿Por qué haces todos esos cálculos con los peces?
—Quiero demostrar de manera matemática, en una teoría topológica, en concreto de nudos, que tú no escoges tu camino, sino son los demás quienes lo escogen por ti.”

2 comentarios:

Marián Lario dijo...

Yo lo tengo este y me encantó...me dejó con el pensamiento ahí en la cabeza unos días :)

Qué blog tan interesante! te enlazo en el mío :)

un saludo

http://elgatoazulprusia.blogspot.com/
La ilustración infantil contada paso a paso.

Abril Castillo dijo...

Marián! ya conocí tu blog y me parece increíble!
Gracias por tus comentarios, te mando un abrazo,
Abril